sábado, 4 de septiembre de 2010

Ni Estudian ni Trabajan

Jóvenes
NI ESTUDIAN
NI TRABAJAN
UN 21% DE LOS JÓVENES EN AMÉRICA LATINA Y UN 13% DE LOS DE LA UE
NO SE DEDICAN A NADA. EN SUS MANOS ESTÁ EL FUTURO


No sólo no trabajan ni estudian,
sino que tampoco están por la
labor. Los jóvenes de hoy, las promesas
del futuro de una sociedad
pujante, han caído en el desencanto
ante la precariedad laboral, el fracaso
escolar y amparados por el cambio social y
la prolongación de la juventud.
No son pocos los que siguen este camino,
mientras los adultos se agarran la cabeza y
se preguntan si están ante una generación
sin brújula. Las cifras señalan que la población
juvenil (entre 16 y 29 años) que ni
estudia ni trabaja (NENT o Ni-Ni) es alta en
casi todas las regiones del mundo. Afecta
a Centroamérica (21%), Europa Central y
Oriental (34%) e incluso a las economías industrializadas
(13%), como indica el informe
sobre empleo juvenil 2006 de la Organización
Internacional del Trabajo (OIT).
Hace unos días en Argentina, en el marco
del seminario organizado por Editorial La
Ley, congresistas analizaban las estadísticas.
El 20% de los jóvenes (15-24 años) es
NENT y el 60% de estos ‘desanimados’ no
intenta cambiar la situación. De la misma
manera que en Uruguay, cuyas autoridades
se han manifestado alarmadas ante la “persistencia”
de los Ni-Ni, “indicador de la creciente
marginalización de la sociedad”.
En México también han saltado las alarmas.
Allí hay cinco millones de jóvenes (de
27 millones), entre 12 y 29 años, que “no
se dedican a nada”, según el INE. El análisis
de esta “generación del desencanto”,
como la llama el rector de la Universidad
Nacional Autónoma de México, conlleva a
la correlación de datos: la mayor parte de la
población penal menor de 30 años es NENT.
El editorial del periódico nacional El Universal
del 13 de junio recogía la inquietud
general ante la ‘generación perdida’: “México
está en riesgo de perder toda una generación
de niños y jóvenes”. La escolaridad promedio
no supera los nueve años y sólo dos
de cada diez jóvenes llega a la universidad.

INFANCIA PROLONGADA
Un panorama sombrío del que España no
es ajena. Según el informe ‘Juventud España
2000’, del Instituto de la Juventud, el
16% de los chicos españoles son Ni-Ni. El estudio
revela otras claves del problema: a los
25 años sólo el 32% estaba económicamente
emancipado y a los 29 años, un 72%. El
texto, además, constata la prolongación de
la infancia y la juventud.
“La reinserción social se ha hecho incierta,
porque hay más posibilidad de que cada
uno construya su propio futuro. Y nos encontramos
con jóvenes de veintitantos años
que están en una especie de bucle de fracaso
escolar, de precariedad en el trabajo, de
alargamiento del periodo de formación y
no encuentran manera de salir”, dice Jorge
Benedicto, sociólogo y director del posgrado
universitario Juventud y Sociedad de la
UNED-Injuve. “Lo evidente es que hay un
aplazamiento de la juventud en todos los
países occidentales que se da cada vez más.

Fuente: OCDE y OIT

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